Estrategias curativas: Ayuda a tu hijo a superar un incidente de ciberacoso
¿Cómo deben actuar los padres cuando creen que su hijo puede ser víctima de ciberacoso?
La mayoría de los niños no pueden imaginar su vida sin la comunicación online. Juegan juntos en Internet, comparten afiliaciones en páginas de fans y chatean con sus amigos. Como en el mundo real y también en Internet, tus hijos pueden encontrarse con comportamientos inadecuados o iniciarlos. ¿Cómo puedes guiarles para que tomen las decisiones correctas y evitar que tomen decisiones equivocadas y se unan a ellas? Jarmila Tomkova, psicóloga infantil, nos da su opinión.
Por lo general, el acoso se define como un comportamiento intencionado y repetido que causa daño a otra persona, ya sea un individuo o un grupo, en el que existe un desequilibrio de poder entre ambas partes. En el espacio digital funciona de forma algo diferente. El acoso online se propaga más rápidamente y llega a un mayor número de personas que se convierten en testigos o se unen al acoso. El ciberacoso es el daño intencionado a un individuo o grupo mediante el uso de herramientas electrónicas. No ocurre necesariamente solo en las redes sociales o en los juegos online, sino que también puede tener lugar a través de llamadas telefónicas o mensajes de texto.
Hay innumerables formas de ciberacoso: cotillear, dañar el propio nombre y reputación, intimidar o amenazar. El acosador puede crear contenido online que otros pueden compartir, o simplemente responder con emoticonos, estos también cuentan como ciberacoso. El acoso rara vez o nunca se produce entre dos personas sin que los demás sean conscientes de ello, y todo aquel que ve el daño que se está haciendo y no reacciona contra él lo legitima y lo co-crea.
Los niños explorarán sus límites, sus relaciones y su comportamiento, incluido el comportamiento agresivo, tanto fuera como dentro de Internet. Sin embargo, el entorno online es bastante específico y, en cierto modo, más arriesgado que el mundo offline; esto también es cierto para la comunicación en este entorno. En la comunicación en online, es mucho más difícil ser empático porque a menudo es asincrónica, no vemos la cara ni la expresión de nuestro interlocutor, y esto nos da una sensación de anonimato. Juntos, estos aspectos provocan el efecto de desinhibición, que opera en la comunicación online y lleva a las personas a no sentir que controlan lo suficiente su propio comportamiento. Su conexión con las normas sociales se ve en cierto modo disminuida, lo que lleva a una expresión más libre de los sentimientos, incluida la agresividad. Esta es una de las razones por las que, en la comunicación online, los niños pueden no ser plenamente conscientes de hasta qué punto están dañando a los demás. Por otra parte, sería un error pensar que el propio entorno online provoca el ciberacoso. El ciberacoso suele producirse entre niños que se conocen en el mundo real. Si tienen relaciones tensas y tensiones cara a cara, sus interacciones pueden convertirse en acoso en el mundo online.
Puede ser difícil distinguir las señales del ciberacoso de los signos clásicos de la adolescencia, por lo que debes estar atento a los cambios en la vida de tu hijo y a lo que pueda estar experimentando. En general, los niños acosadores pueden mostrarse más irritables y conflictivos. Pueden aparecer peleas con los compañeros, insolencia y reactividad. Al mismo tiempo, los niños pueden empezar a reaccionar de formas extrañas: por ejemplo, esconden la pantalla del móvil cuando entras en la habitación.
Los niños son más propensos a intimidar a otros cuando experimentan:
- Frustración
- Tensión
- Incertidumbre
- Falta de estabilidad y seguridad
La reacción debe ser rápida, suficiente e inequívoca: debe quedar claro para el niño que su comportamiento no es correcto. No es bueno reaccionar con enfado o castigar al niño histéricamente. La psicóloga aconseja implicar al niño en actividades benéficas voluntarias. El niño puede ayudar a los miembros de la comunidad de los que han hecho daño, en la comunidad local de la ciudad, o visitando una residencia de ancianos. Puedes mostrarle respeto implicándole en la decisión sobre qué tipo de proyecto prosocial elegir o crear. El niño aprenderá a hacer buenas acciones. De este modo, corregirá al menos parcialmente sus acciones y, al mismo tiempo, estas experiencias les enseñarán una mayor empatía, escucha activa y preocupación por los demás. Después, ayúdales a eliminar los desencadenantes de su comportamiento. Ayuda a tu hijo a empatizar. Descríbele con detalle cómo podría haberse sentido la víctima. Es posible que el niño ni siquiera se dé cuenta de lo mucho que ha herido a la otra persona. También puedes incluir un ejemplo de tu propia vida: si fuiste un acosador o te acosaron.
"No recomiendo castigos como prohibirles el teléfono durante seis meses. Más bien, hay que intentar apoyar la narrativa alternativa, mostrar al niño cómo hacer las cosas de otra manera, enseñarle a reaccionar de otra manera, mejor", aconseja la psicóloga. Habla abiertamente con el niño sobre la situación. Averigua por qué ocurrió en primer lugar.
Habla con él e intenta comprender a tu hijo. Puede que el niño haya estado luchando con sus propios sentimientos de soledad, impotencia, rechazo o ansiedad. Hay que intentar comprenderles y ayudarles.
Mantente en contacto con la víctima. "Sin embargo, tu hijo debe saberlo para que sea una vigilancia transparente", aconseja Tomkova. También puedes empezar a vigilar las redes sociales de tu hijo, pero, de nuevo, con transparencia. Enseña a tu hijo a expresar sus emociones y a trabajar con ellas. Enséñale que la ira puede liberarse de otras maneras, por ejemplo, haciendo deporte o tocando música. No olvides comunicarte abiertamente y ser cariñoso. ¿Es posible que tu hijo lo esté pasando mal? ¿Está pasando por algo que es demasiado para él, como cambios exigentes o situaciones no resueltas en la familia? "Cuando un niño se siente impotente, intenta ganar poder de alguna manera, en algún lugar", dice Tomkova. Por último, pero muy importante, plantéate acudir a un experto: un psicólogo o terapeuta escolar. Así podrá decidir si lo mejor para el niño es la terapia familiar o las sesiones individuales.
Cómo prevenir el ciberacoso
- Enseña a tus hijos a ser ciudadanos digitales.
- Explica a tus hijos los defectos de Internet (por ejemplo, explícales el efecto de desinhibición).
- Educa a tus hijos sobre cómo son el ciberodio, el ciberacoso y el trolling.
- Enseña a tus hijos empatía, atención plena y comunicación respetuosa.
- Asegúrate de que tus hijos conocen la ley para que sepan dónde están los límites.
- Háblales de casos concretos de ciberacoso y ponles ejemplos con vídeos.
- Enseña a tus hijos cómo reaccionar en Internet: ayúdales a darse cuenta de que es mejor ser un observador que un simple espectador pasivo.
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