Utiliza aplicaciones de redes sociales para el desarrollo creativo
Fomenta la creatividad de tu hijo sin perder la seguridad digital.
A nuestros compañeros de ciberseguridad de ESET se les pide ocasionalmente que hagan una consulta sobre un caso específico. Los amigos o familiares suelen pedir consejo sobre la suplantación de un niño o adulto joven que conocen. Estos casos son normalmente ejemplos de robo de identidad.
Lo que puede parecer un incidente breve y desagradable se considera en la mayoría de los países un delito, y los padres o tutores legales de las jóvenes víctimas de robo de identidad deben ponerse en contacto con la policía local o buscar asesoramiento legal. Si no actúas para proteger los datos personales de tus hijos, puede tener un grave impacto en su futuro financiero.
El robo de datos personales en línea es muy común. Podrías pensar que los datos de tus hijos no tendrían mucha utilidad. Pero cuando crezcan, tendrán una puntuación de crédito y unos antecedentes penales limpios, algo que los estafadores pueden explotar en su propio beneficio. Incluso si se demuestra legalmente que otra persona ha obtenido un préstamo o ha incurrido en una multa legal utilizando el nombre de un niño, esto puede suponer un sinfín de problemas y trámites para ese niño en el futuro.
No hay muchas estadísticas respecto a casos como este, pero según un estudio de 2018 publicado por la empresa de investigación estadounidense *Javelin Strategy & Research, más de un millón de niños en Estados Unidos fueron víctimas de fraude de identidad en 2017. Más preocupante es el hecho de que dos tercios de los afectados eran menores de 8 años. "Los limitados historiales financieros de los menores dan a los estafadores una oportunidad a largo plazo para desarrollar lentamente redes de cuentas, imitando posesiones legítimas", dice el estudio.
Los ladrones de identidad suelen intentar robar los nombres, direcciones, números de pasaporte o de DNI y, en algunos casos, los datos financieros de víctimas anónimas. O bien compran esos datos al por mayor en sitios web de la red oscura, o bien utilizan programas maliciosos o ingeniería social para obtenerlos ellos mismos.
Al infectar los dispositivos de las víctimas con malware, los ciberdelincuentes pueden exfiltrar datos personales almacenados en los dispositivos, o de los navegadores de Internet. Si utilizan un keylogger, todo lo que la víctima escribe en su dispositivo infectado se envía directamente al atacante. Incluyendo números de tarjetas de crédito y contraseñas. Sin embargo, la solución más rentable para los delincuentes online es la ingeniería social: simplemente engañan a sus víctimas para que proporcionen ellos mismos sus datos personales, ya sea haciéndose pasar por otra persona o fabricando un sitio web falso.
En ESET, vemos casos como éste con tanta frecuencia que podrías pensar que es imposible proteger a tu hijo o a tu familia de los estafadores online. Pero no es así. Siguiendo estos sencillos pasos, reforzarás la protección de los datos personales de tus hijos.
Enseña a tus hijos a no compartir en exceso. Intenta hablar con ellos sobre el uso que hacen de las redes sociales y sobre lo que suelen publicar en ellas. Explícales por qué no es prudente rellenar la dirección de su casa cuando aceptan solicitudes de amistad de personas que no conocen.
Una buena higiene de las contraseñas es imprescindible. Enseña a tu familia a crear contraseñas largas, únicas y difíciles de adivinar, o a utilizar un gestor de contraseñas. Recuerda no reutilizar contraseñas para diferentes servicios o sitios web.
Mantén seguros todos los dispositivos de tu familia y envía tus datos personales en línea solo cuando tu conexión a Internet sea segura. Esto significa que debes evitar las Wi-Fi públicas o cualquier fuente de conexión a Internet que no sea de confianza. Con una conexión no segura, los estafadores pueden espiar fácilmente todos tus formularios.
Descarta los documentos sensibles de forma segura. Si quieres tirar documentos físicos antiguos que contengan datos personales, tritúralos. No olvides que tus dispositivos electrónicos y de almacenamiento de datos más antiguos contienen mucha información personal. Algunos de ellos ofrecen una función de borrado para descartar de forma segura todos los datos guardados. Hay algunas herramientas online gratuitas y de pago que te ayudarán con el resto.
Enseña a tus hijos a identificar los mensajes o sitios web sospechosos que puedan intentar engañarlos para que envíen sus datos personales. O utiliza el antiphishing, que puede formar parte de una solución de ciberseguridad. Si tú o tu familia intentáis abrir un sitio web de phishing, tu solución antimalware os avisará.
Pero ¿qué debes hacer tú, como padre o tutor legal preocupado, si descubres que los datos personales de tu hijo ya han sido robados y utilizados para algo ilícito? No lo dudes: ponte en contacto con tu policía local. De un modo u otro, en la mayoría de los países y regiones, el robo de identidad es un acto delictivo. Cuando te pongas en contacto con la policía, ten en cuenta que puede que no conozcan todos los aspectos de esta rama de la ley.
Si te rechazan, vuelve a presentarte, esta vez con un abogado. Hay muchas ONG que ofrecen asesoramiento jurídico general o adaptado específicamente para ayudar a los niños necesitados.
Entonces prepárate para una sorpresa. Como demostró el estudio Javelin, más de la mitad de las víctimas de fraude de identidad infantil conocen personalmente al autor y existe una fuerte conexión entre el fraude y el acoso. Esto significa que, en algunos casos, tendrás que ponerte en contacto con los representantes del colegio de tu hijo y tratar este tema con ellos, o puede que tengas que convocar un consejo de familia para hablar del comportamiento de cierto miembro de la familia.
Con ESET Parental Control para Android
PRUÉBALO GRATIS DURANTE 30 DÍASFomenta la creatividad de tu hijo sin perder la seguridad digital.
Es fundamental comprender las implicaciones de compartir demasiado.
En el robo de identidad nuestros pequeños pueden ser los más expuestos.