Alerta TMI: ¿Cómo puede afectar a tu vida futura el hecho de compartir demasiado?
Es fundamental comprender las implicaciones de compartir demasiado.
En las tres últimas décadas, la evolución de Internet ha modificado la forma en que los niños exploran, aprenden y se conectan con el mundo. A medida que este panorama digital se ha ido ampliando, también lo han hecho los riesgos y amenazas potenciales a los que se enfrenta la generación más joven. Desde los primeros días de Internet en los años 90, cuando la principal preocupación era proteger a los niños de contenidos explícitos, hasta el presente, marcado por tecnologías sofisticadas como los deepfakes, los retos se han transformado significativamente.
Echemos juntos un vistazo a algunas de las amenazas que marcaron las distintas décadas. Todos estos temas siguen siendo preocupantes, pero se hicieron conocidos y temidos en sus respectivas épocas. Ninguna de ellas debe tomarse a la ligera y deberían ser objeto de educación no solo para los niños, sino también para los adultos:
1. Exposición a contenidos explícitos (década de 1990): En los primeros días de Internet, las preocupaciones giraban principalmente en torno a que los niños tropezaran accidentalmente con contenidos explícitos.
2. Depredadores y captación en línea (década de 2000): A medida que las redes sociales ganaban popularidad, aumentaba el riesgo de que los niños se toparan con depredadores online. El grooming, en el que los depredadores crean confianza con los menores con fines nefastos, se convirtió en una grave preocupación.
3. Ciberacoso (a partir de mediados de la década de 2000): Con el auge de las redes sociales y la mensajería instantánea, el ciberacoso se convirtió en una amenaza frecuente. Los niños se enfrentaban al acoso, la intimidación y la exclusión social en el espacio online.
4. Phishing y estafas online (década de 2000): Los niños se convirtieron en el blanco de intentos de phishing y estafas online, lo que provocó riesgos potenciales como el robo de identidad o la explotación financiera.
5. Compartir contenidos inapropiados (década de 2010): La llegada de los teléfonos inteligentes y el mayor acceso a las cámaras facilitaron el intercambio de contenidos inapropiados entre iguales, dando lugar a problemas como el sexting no consentido. Este problema se hizo aún más visible con el aumento del uso compartido de fotos sin contacto disponible en algunos sistemas operativos.
6. Riesgos de los juegos online (década de 2010): Los juegos multijugador online introdujeron nuevos riesgos, como la exposición a un lenguaje inapropiado, el ciberacoso dentro de las comunidades de jugadores y el posible contacto con personas dañinas.
7. Amenazas de deepfake (2010s-2020s): El desarrollo de la tecnología deepfake suscitó preocupación por la manipulación de imágenes y vídeos, implicando potencialmente a los niños en situaciones comprometidas o difundiendo información falsa.
8. Seguimiento de la ubicación y geoetiquetado (década de 2010): El uso generalizado de los teléfonos inteligentes convirtió el seguimiento de la ubicación en una preocupación, con riesgos potenciales relacionados con la invasión de la privacidad y la seguridad física.
9. Adicción a las redes sociales (2010-2020): Los niños se enfrentaban al riesgo de desarrollar conductas adictivas relacionadas con los medios sociales, lo que repercutía en su salud mental y su bienestar.
10. Radicalización online (2010-2020): Internet se convirtió en un espacio donde los niños podían estar expuestos a ideologías extremistas y a la radicalización, lo que planteaba riesgos para su seguridad y bienestar social.
11. Noticias falsas y desinformación (2010-2020): Los niños se encontraron con desafíos para discernir entre información creíble y engañosa, lo que potencialmente influyó en sus creencias y perspectivas.
12. Preocupación por la privacidad de los datos (2010-2020): El aumento de la recopilación de datos personales planteó preocupaciones sobre la privacidad de los niños, con posibles implicaciones para la publicidad dirigida y las filtraciones de datos.
Todo esto, como ya se ha mencionado, no debe tomarse a la ligera y hay que pensar en ello y protegerse. Una buena forma de hacerlo es utilizar una solución de seguridad fiable y de confianza, como ESET Home Security. Esta solución de seguridad todo en uno ofrece navegación segura, protegiendo tus actividades en línea con un modo de navegador seguro. Esta funcionalidad ofrece una capa adicional de protección de la navegación, protegiendo contra malware, keylogging y otros tipos de amenazas digitales.
Las amenazas digitales de las que hablamos en este artículo siguen siendo visibles y están presentes en los bolsillos de nuestros hijos todos los días. Es imprescindible hablar y explicar a los niños estos problemas y cómo afrontarlos. Sugerimos empezar a hablar con los niños sobre estas amenazas y el uso seguro de Internet desde la edad preescolar. Hablar con ellos es una parte vital de la educación online, así como crear un entorno de confianza libre de juicios.
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