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Un entretenimiento, o un nuevo acoso. ¿Qué son los deepfakes y cómo hablar de ellos con los niños?

| 21 Apr 2022
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Conoce los deepfakes y explora cómo hablar de ellos con los niños.

Imagínate que eres un niño tímido que se siente intimidado por sus compañeros. Un día, un grupo de niños se ríe de ti, y tú no entiendes bien el motivo. Entonces te enseñan un vídeo en el que se ha puesto tu cara en el cuerpo del protagonista de la película Forest Gump. El vídeo es, por supuesto, falso; más concretamente, es un deepfake. 

¿Qué son los deepfakes y cómo se manifiestan en la vida de los niños?

Con el rapidísimo desarrollo de las tecnologías, cada vez es más complicado localizar la línea que separa la realidad de la ilusión. En consecuencia, cada vez es más fácil utilizar las tecnologías para actividades perjudiciales, como el acoso. Conoce los deepfakes y explora cómo hablar de ellos con los niños.

Qué es un deepfake

Los deepfakes utilizan el aprendizaje profundo (una forma de aprendizaje automático) para crear imágenes, vídeos o audios que falsifican eventos, de ahí también su nombre. Suelen duplicar la voz y/o los rasgos faciales de alguien y pegarlos en una grabación o fotografía existente. El resultado muestra a las personas en situaciones en las que nunca estuvieron realmente involucradas; esta es también la razón por la que los deepfakes pueden ser, y a menudo son, utilizados contra las personas como una forma de burla e incluso de acoso.

Las versiones sencillas de deepfakes se pueden hacer fácilmente utilizando aplicaciones móviles, como FaceApp o FaceSwap, pero los deepfakes más complejos suelen requerir habilidad y un equipo técnico adecuado. En consecuencia, podemos encontrarnos con vídeos de Mark Zuckerberg hablando sobre el robo de datos de la gente, o de Tom Cruise haciendo trucos de magia. Aunque parezcan convincentes, estos vídeos no son reales: son solo deepfakes bien hechos.

Los usos de los deepfakes

Al principio, la mayoría de los deepfakes involucraban contenido pornográfico, y esta tendencia, desafortunadamente, continúa hasta el día de hoy. En 2019, una empresa de IA, Deeptrace, buscó en Internet vídeos de deepfakes y descubrió que el 96% de los deepfakes en línea eran pornográficos. La cuestión de la pornografía deepfake no consentida aún no se ha resuelto legalmente. Los deepfakes también se utilizaron anteriormente como arma para desacreditar a las personas y perjudicar sus carreras. Pero mientras que los medios de comunicación suelen cubrir estas situaciones, los debates sobre cómo los deepfakes ponen en peligro a los niños son poco frecuentes.

Con el desarrollo de aplicaciones que hacen accesibles los deepfakes a diversas personas, los vídeos sintetizados han llegado a las escuelas y se han convertido en un vehículo para el acoso. ¿Qué aspecto tiene esto? Imagina, por ejemplo, poner la cara de una chica tímida en un vídeo musical de mujeres escasamente vestidas bailando de forma provocativa. Mientras que los creadores de estos vídeos pueden considerar sus acciones como una fuente inocente de entretenimiento, los deepfakes creados pueden hacer que el niño al que van dirigidos experimente vergüenza, y su relación con la escuela puede verse fácilmente dañada por la desagradable experiencia.

Sin embargo, los deepfakes también pueden utilizarse para el bien. Por ejemplo, pueden permitir que los niños se conviertan en protagonistas de sus programas, videojuegos y películas favoritas. El Museo Dalí de Florida ha utilizado deepfake para generar vídeos interactivos del artista catalán. El Dalí deepfake puede ahora saludar a los visitantes e incluso responderles, lo que hace que el museo sea más atractivo para un público joven. En general, como ocurre con otras tecnologías, sería imprudente juzgar los deepfakes como algo puramente maligno sin tener en cuenta sus posibles beneficios. Aun así, hay que tomar medidas para evitar el uso malicioso de los deepfakes contra los niños.

Cómo hablar de los deepfakes con los niños

 

1. Mirar juntos algunos de los vídeos de Deepfake e iniciar una conversación. 

Hoy en día, los niños suelen estar en un contacto mucho más estrecho con la tecnología que los adultos, por lo que puede sorprenderte lo mucho que ya saben sobre la falta de fiabilidad de los contenidos de Internet. Aun así, el primer paso para prevenir el uso indebido de deepfakes es dedicar tiempo a ver vídeos de deepfakes con tus hijos y explorar el tema juntos. Habla de por qué existen los vídeos de deepfake y para qué se pueden utilizar. Comparte con ellos si te gustan o no los vídeos y por qué. Habla sobre la responsabilidad y el consentimiento: explícales por qué solo debemos utilizar la cara o la voz de alguien después de obtener su aprobación. Crea un espacio de intercambio seguro, y dile a tu hijo que si alguna vez se encuentra con el uso de deepfakes para el acoso, puede hacértelo saber. Asegúrate de que los niños saben a quién dirigirse en caso de necesidad: no solo a su familia, sino también a las autoridades especificadas en su escuela.

2. Intenta detectar junto a tu hijo las diferencias entre los vídeos deepfake y los reales.

Cada vez es más difícil identificar un deepfake; pero, aun así, algunos atributos pueden hacer notar la falsedad de los vídeos. En primer lugar, busca movimientos inusuales, como parpadeos poco naturales. Los vídeos de deepfake tienden a tener problemas para replicar los atributos físicos más sutiles: el audio puede no corresponder completamente con el movimiento de los labios de la persona, y puede haber fallos en las líneas de la cara de la persona o cerca de la línea del cabello. También hay discrepancias comunes en la iluminación: la cara puede ser más clara/oscura que el cuerpo, o puede haber una sombra inusual, o cada uno de los ojos puede reflejar una imagen diferente. Sin embargo, hay que decir que algunos de estos fallos pronto serán difíciles de notar, ya que la tecnología sigue desarrollándose rápidamente. Por último, fíjate en el contenido. Cuando las palabras que salen de la boca de la persona son escandalosas, difíciles de creer o están claramente puestas de forma que evocan una reacción emocional, hay una mayor posibilidad de que el vídeo sea un deepfake.

3. Habla con los niños sobre la presencia en Internet. 

Cuando los niños ponen sus imágenes y vídeos en Internet, pueden compartir sin saber todo lo necesario para crear un vídeo deepfake potencialmente dañino para ellos. Además de ver lo que comparten tus hijos, habla con ellos sobre las redes sociales o aplicaciones que utilizan. Mientras que las plataformas más grandes pueden tener una configuración de privacidad más desarrollada, algunas aplicaciones o sitios web de redes sociales más nuevos o menos famosos pueden no proteger la privacidad de tu hijo. Puedes intentar ofrecer a tus hijos algunas alternativas, como sugerirles que compartan sus fotos solo en chats de grupo privados con tu familia o amigos cercanos. Presentar posibilidades en lugar de juzgar, y plantear sustituciones en lugar de prohibiciones puede ayudar a facilitar la protección de tu hijo. 

4. Explora con tus hijos y busca medidas preventivas.

Por último, explora Internet junto a tus hijos y conoce el mundo al que pueden incorporarse. Respeta la privacidad de tus hijos, pero quizá pídeles que recorran sus redes sociales contigo para ver qué tipo de contenidos consultan. Si tus hijos deciden utilizar aplicaciones que les permiten crear deepfakes como FaceApp o FaceSwap, probadlas juntos y utilizad la aplicación para el entretenimiento, la concienciación y la educación, no para burlarse de los demás. A pesar del posible mal uso, los deepfakes pueden ser una forma estupenda de explicar a los niños las posibilidades de la tecnología y, quizás, de profundizar en los bulos y las noticias falsas.

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