Estrategias curativas: Ayuda a tu hijo a superar un incidente de ciberacoso
¿Cómo deben actuar los padres cuando creen que su hijo puede ser víctima de ciberacoso?
La mayoría de las redes sociales intentan luchar contra este problema. Por ejemplo, TikTok, la plataforma más popular entre los adolescentes, se ha pronunciado fuertemente sobre el tema y ha tratado de encontrar nuevas formas de detener a los ciberacosadores. Y también hay muchas cosas que los padres pueden hacer para prevenir el ciberacoso, pero primero vamos a profundizar un poco en el tema.
Cada publicación en las redes sociales tiene el poder de impactar no solo a la persona que la creó, sino también a sus amigos o seguidores. Imagina que tu hijo sube un selfie al azar, pero no sabe que eso provocará que alguien lo comente con insultos y calumnias irracionales. Esta persona podría ser un troll o un ciberacoso y podría herir a tu hijo. Por lo tanto, la concienciación es clave y merece la pena hablar de las consecuencias de la red, incluso con los niños pequeños.
El ciberacoso es una forma de acoso psicológico cuando los agresores utilizan cualquier tecnología electrónica o digital. Se trata de un comportamiento intencionadamente abusivo destinado a herir a alguien, que suele producirse de forma repetida y sistemática. Este término incluye varios tipos de abuso online que puede darse en cualquier lugar, desde los foros online hasta los videojuegos. Hay muchos tipos de ciberacoso, aunque los signos pueden no ser obvios a primera vista.
El llamado catfishing, el fraping, el outing y el ciberacoso son solo algunos ejemplos. Los acosadores cibernéticos pueden ser incluso más difíciles de evitar que los acosadores en la escuela. Además, como el contenido utilizado para el ciberacoso puede haber sido guardado y reproducido, a menudo es imposible rastrearlo completamente. La idea de que tantas personas puedan ver el contenido del acoso, y el sentimiento de inseguridad, impotencia o vergüenza que lo acompaña puede ser psicológicamente devastador. Estudios realizados por el Journal of Adolescent Health muestran que los niños afectados por el ciberacoso tienen más probabilidades de sufrir depresión que las víctimas del acoso común.
En los últimos años, gran parte de la educación se ha trasladado al mundo online. Los niños pasan ahora más tiempo en Internet, y se enfrentan a un riesgo aún mayor de sufrir ciberacoso. Según la American Counseling Association, algunos ciberacosadores anónimos no tienen ningún motivo real, y a través de las redes sociales calumnian a otros solo por "diversión". Es más fácil decirlo que hacerlo, pero es importante tener en cuenta que, en general, el ciberacoso no tiene nada que ver con la víctima. Por el contrario, está motivado principalmente por los problemas de los acosadores, y por la forma en que tratan de conciliarlos.
Las redes sociales como Instagram y Facebook se han convertido en los lugares más comunes para el ciberacoso. ¿Por qué tantas personas, incluidos niños y adolescentes, hieren sistemáticamente a sus compañeros en Internet, aunque nunca se atrevan a hacerlo cara a cara?
Podemos buscar respuestas en los estudios realizados por el reputado psicólogo Philip Zimbardo. Los participantes del tristemente célebre Experimento de la Prisión de Stanford que llevaban la cara cubierta se prestaban a peores comportamientos que sus compañeros cuyas identidades no estaban ocultas. Un concepto similar se aplica a las redes sociales.
¿Cómo es posible que la gente actúe de forma diferente cuando está conectado? La respuesta es el efecto desinhibidor, típico de la comunicación online. Describe un tipo de comportamiento descontrolado y demasiado relajado que se debe a una limitación de la capacidad de empatizar con su interlocutor porque no puede verlo, así como a una percepción de anonimato y a la sensación de que la persona (el acosador) es inmune a cualquier consecuencia de su comportamiento. Además, la comunicación es asíncrona, no se produce en tiempo real, y es inmune a las interrupciones. El efecto desinhibidor intensifica o desencadena muchas formas de agresión online, desde el ciberacoso y la incitación al odio o el trolling.
Si tu hijo es víctima del ciberacoso, no debe quedarse callado. Compartir lo que piensa con alguien de confianza es el primer paso importante para resolver la situación. Los profesores, los amigos cercanos y, sobre todo, los familiares pueden evitar que el problema se agrave.
Más información: ¿Tu hijo es víctima de ciberacoso? Estas son las señales de alarma
Cuando se trata del mundo online, piensa siempre en tu privacidad y en la de tus hijos. Recuérdales que no deben publicar su fecha de nacimiento, dirección, nombre completo u otra información personal a menos que sea absolutamente necesario. Es preferible que tanto tú como tus hijos mantengáis en privado todos vuestros perfiles.
El año pasado, TikTok se convirtió en el sitio web más visitado de Internet, y excepcionalmente popular entre los adolescentes. Debido al creciente número de usuarios y a los comentarios vulgares que los acompañan, TikTok introdujo nuevas funciones para prevenir el ciberacoso. Los creadores de contenidos tienen ahora la posibilidad de aprobar los comentarios antes de que se publiquen y sus seguidores pueden denunciar a los usuarios que muestren signos de ciberacoso. Instagram también se opone firmemente al acoso online, con funciones como filtros de palabras y avisos de comentarios, así como sistemas para denunciar publicaciones y bloquear cuentas.
Ayuda a tus hijos a establecer relaciones de alta calidad online y fuera de ella. Además, ayúdales a desarrollar una personalidad propia. Recuerda que los niños no solo deben pasar su tiempo libre online, sino también participar en una amplia gama de actividades offline. Cuanto más diversa sea su vida, más felices serán, con más relaciones significativas y menos enemigos.
Los trolls desean una respuesta directa. Esperan una respuesta para poder infligir otro golpe. Si su objetivo no interactúa, los trolls suelen perder el interés.
Por otro lado, las estrategias de los ciberacosadores son más complejas. Humillar a otras personas satisface al agresor, independientemente de que respondan o no. Otra diferencia importante con respecto al troll es que el ciberacosador suele ser alguien que la víctima conoce personalmente del mundo offline, lo que puede ser aún más hiriente.
Si es víctima de un ciberacoso, tu hijo debe saber que debe abandonar la situación inmediatamente. El ciberacoso debe ser denunciado en la red específica, lo que aumenta la probabilidad de que su perfil sea desactivado. Si esto no sirve de nada, hay que bloquear al ciberacosador para que no pueda ponerse en contacto con tus hijos. Si descubres el problema más adelante, intenta guardar todas las pruebas posibles antes de que el ciberacosador las borre. Siempre es una buena idea hacer capturas de pantalla cuando tu hijo sea testigo de algún indicio de ciberacoso o trolling online.
En cuanto a las estrategias de defensa de las víctimas del ciberacoso, las soluciones más eficaces son bloquear el contacto, evitar la red social o el sitio web y buscar apoyo. Es útil que las víctimas borren sus cuentas, o al menos cambien sus perfiles.
En definitiva, intenta siempre hablar con tus hijos sobre lo que significa realmente el ciberacoso. Prepáralos para los riesgos a los que pueden enfrentarse en el mundo digital. Explícales cómo deben abordar las redes sociales y qué deben evitar. Hazles saber que está bien buscar apoyo y ayuda, y que de vez en cuando todo el mundo se ve atrapado. Incluso los adultos.
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