Cómo contacta un acosador online con tu hijo

Redes sociales, chats, mensajería instantánea y juegos online: todos ellos ofrecen increíbles oportunidades a tus hijos. Pueden hablar con sus amigos y divertirse compartiendo vídeos y jugando. Al mismo tiempo, sin embargo, hacen que sea muy fácil para cualquiera ponerse en contacto con tu hijo, ya sea a través de un mensaje, un comentario en un vídeo o un juego.

Nos sentamos con Kristina Kovesova, reportera del canal de televisión eslovaco Markiza y presentadora del programa Reflex, así como autora y presentadora del podcast “El perfil del delito” (Profil zločinu). Kristina habla a menudo con víctimas de delitos y ella misma ha atrapado a varios depredadores sexuales de menores en Internet, entregándolos posteriormente a la policía. Le preguntamos por su experiencia ayudando a atrapar a los agresores y por los casos en los que ha tenido el privilegio de hablar con los niños afectados.

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"La seducción online afecta a niños de todas las edades. Desde los 7 u 8 años, a través de juegos en Internet, hasta los 13 y más en las redes sociales. Y el modus operandi es diferente según la edad del niño", dice Kristina.

Explica que cuando se trata de niños más pequeños, el agresor suele ponerse en contacto con el niño a través de un juego, en el que puede ofrecerle vidas, créditos digitales y puntos a cambio de fotos.

"El agresor, por ejemplo, haría creer al niño que lo que están haciendo es simplemente un juego inocente. Por ejemplo, podría pedirles que se hicieran una foto graciosa, pero con el tiempo, las peticiones se hacen cada vez más explícitas. Puede llegar un punto en el que el agresor pida al niño que se agache, le enseñe la ropa interior o incluso se la quite. Suele llegar un punto en el que el niño no se siente cómodo con lo que la persona quiere que haga. Una vez tuve el caso de una niña de 9 años que vino a verme y me dijo que aquel hombre le había prometido puntos en un juego a cambio de una foto, pero no consiguió ninguno", recuerda Kristina.

El método parece ser un poco diferente cuando se trata de adolescentes. Aquí, el agresor tiende a adoptar la identidad de un amigo (un chico guapo cuando habla con chicas y viceversa), o se hace pasar por una agencia de modelos o un entrenador personal. A veces, incluso utilizan varios perfiles y contactan con el menor desde muchos lados.

"Hemos tenido un caso en el que una pareja se hacía pasar por cazatalentos de modelos en Internet. Y tenían varios perfiles falsos desde los que enviaban mensajes a las chicas del tipo: 'Oh, yo también trabajo para ellos' y 'He visto que también vas a formar parte de nuestra agencia, bienvenida'", dice Kristina, recordando un caso en el que ha estado implicada.

Hay casos en los que el grooming llega tan lejos que el groomer averigua a qué colegio va el niño y empieza a enviarle mensajes como: "Qué bonito jersey rosa llevas". Utilizan esto como presión para que el niño siga enviando fotos y vídeos suyos.

Guía del groomer

El primer paso de los groomers es establecer la confianza. Por lo que recuerda Kristina, hay muchos métodos diferentes. "Por ejemplo, en el caso de las chicas jóvenes, el agresor envía fotos falsas de "sí mismo", finge estar interesado y más tarde enamorado. La "relación" se vuelve poco a poco más seria y entonces él le pide a ella que le envíe algo. "Podemos confiar el uno en el otro, ¿verdad?", podría decir. Y después de que la chica envía algo más erótico, entonces empieza el chantaje", describe Kristina.

Es muy difícil (casi imposible) proteger completamente a los niños de todo esto; la eliminación total del mundo online nunca es la solución. Jarmila Tomkova, psicóloga infantil, aconseja a los padres que empiecen a explicar a sus hijos la higiene digital  desde la edad preescolar.

En los casos que Kristina había conocido, el segundo paso del groomer suele ser conseguir todo el material que necesite, ya sea para su uso personal o como parte de un grupo delictivo establecido. El agresor presiona al menor con chantajes o amenazas durante el tiempo necesario para que acceda a sus peticiones. "Las víctimas me contaron que solo cesó cuando borraron sus perfiles. Y muchas de ellas solamente consiguieron hablar de ello años después de que ocurriera", dice Kristina.

"Cuanto más hablamos de ello, más se dan cuenta los jóvenes. Todos los días recibo mensajes de chicas que ahora, si un agresor se acerca a ellas en Internet, no contestan. Siempre les digo que hagan una captura de pantalla, hagan una copia de seguridad de sus datos y los entreguen a la policía", recuerda Kristina. Luego continúa: "Por desgracia, la realidad es que solo un pequeño porcentaje de las agresiones sexuales en Internet llegan a la policía y el agresor es encontrado y castigado".

¿Qué hago ahora?

Cuando le damos a un niño un smartphone, en última instancia le estamos dando un arma poderosa. Los agresores sexuales son maestros de la manipulación. Profesionales que saben exactamente qué hacer. Según la experiencia de Kristina en Eslovaquia, hay un enorme problema con las agresiones sexuales y la pornografía infantil en Internet. "Por ejemplo, actualmente estoy estudiando un caso en el que alguien subió un anuncio diciendo que buscaba a un niño para mantener relaciones sexuales", dice Kristina.

Los expertos en la materia insisten en que la prevención es muy importante; también lo es hablar a los niños  de los peligros que les aguardan en Internet, así como de la propia captación de menores. Hay que prepararlos lo mejor posible para que sepan qué hacer ante una amenaza de este tipo. Para que la policía actúe, necesita pruebas, por lo que es necesario hacer capturas de pantalla, copias de seguridad de las comunicaciones y, por supuesto, llevar todo eso a la policía. A menudo, cuando el agresor desconfía de ser descubierto, suele borrar todos los mensajes y rastros de su interacción con el niño. Otro problema son las cosas que (tanto niños como adultos) publicamos voluntariamente en Internet.

Crear un mundo online más seguro

"Un policía del Departamento de Ciberdelincuencia de Eslovaquia me dijo una vez que una buena manera es que los padres se sienten con sus hijos y miren juntos sus redes sociales. Echar un vistazo a lo que publican, quiénes son sus amigos en Internet, con quién hablan. Todo en el sentido de una conversación amistosa, sin que parezca un interrogatorio. Conocí a madres que me dijeron que enseñaban a sus hijos uno de mis episodios en televisión en el que una niña de 11 años empezaba a hablar virtualmente con un chico joven, pero más tarde, cuando acordaron quedar, resultó ser un tipo mayor que quería agredirla”.

"Sabes, hay tantos casos... Conozco docenas de víctimas que fueron violadas sexualmente y los agresores las encontraron en Internet. Casi todo esto sucedió cuando las víctimas aún eran niños. Algunas fueron agredidas durante una semana, otras durante años. Su dolor y su trauma son enormes, y se les quedan grabados para siempre. Y es triste ver que los agresores a menudo quedan impunes. Es muy importante acabar con esto, o al menos intentar ponerle fin. La situación es mala, especialmente en Eslovaquia, y fallamos a muchos niveles en cuanto a la protección de los niños", concluye Kristina.

La seducción online no es un tema fácil y, desde luego, no hablamos de él lo suficiente. Cuanto más sepan los padres, los educadores y otros adultos, antes podrán darse cuenta de lo que les está ocurriendo a los niños que nos rodean. Habla con los niños y asegúrate de desempeñar el papel de un adulto en quien confíen y con quien se sientan seguros para hablar de cualquier cosa de su vida.

Estamos muy contentos de haber tenido la oportunidad de hablar con Kristina. Le damos las gracias por lo que hace por los niños, por intentar hacer del mundo online un lugar mejor y más seguro.

Autora: Alžbeta Kovaľová