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"Mamá, no me avergüences" ¿Qué piensan los niños sobre la netiqueta de sus padres?

| 01 Feb 2024
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Es importante ayudar a los niños a navegar por el ámbito del comportamiento online apropiado y seguro.

Ayudar a los niños a navegar por el ámbito del comportamiento online apropiado y seguro se ha convertido en una responsabilidad diaria para los padres en la era digital actual. Pero cambiemos las cosas por un momento. Hemos preguntado a los niños: "¿Qué ideas les darías a tus padres sobre sus hábitos en Internet? ¿Hay algo que deberían cambiar?".

Las respuestas que obtuvimos abarcan una amplia gama de temas, desde compartir fotos hasta la gestión del tiempo frente a la pantalla y el uso de emojis. ¿Ha llegado el momento de que los padres absorban la sabiduría de la generación más joven? ¿O es que nuestros hijos aún tienen algunas lecciones que aprender? Está claro que ambas partes pueden beneficiarse de escuchar y mantener conversaciones abiertas entre sí.

Echemos un vistazo a los consejos de la generación más joven y veamos si sus padres deberían seguir estos consejos o más bien seguir con sus viejos hábitos, tal vez por el bien de la seguridad en Internet de sus hijos.

  • "¿Por qué mi madre seguiría a mis amigos en Instagram?" (niño, 13 años)

¿Deberías seguir a los amigos de tus hijos en Internet? Se trata de una decisión con matices, en la que intervienen varios factores. Sin duda, la edad influye, ya que los niños más pequeños podrían beneficiarse de una mayor supervisión online. Seguir a los amigos de tus hijos puede ayudarte a estar al tanto de sus interacciones y a mantenerlos a salvo. Sin embargo, a medida que los niños maduran y demuestran un comportamiento responsable en Internet, concederles más libertad no solo puede hacerlos felices, sino que también puede beneficiar su capacidad para navegar por el mundo online de forma más independiente.

La confianza y la comunicación también desempeñan un papel crucial; una relación sólida y abierta con tu hijo puede hacer que se sienta cómodo cuando te conectas con los amigos. Sin embargo, cada niño y cada situación son diferentes, por lo que es importante tener en cuenta las personalidades y preferencias únicas tanto de tu hijo como de sus amigos.

En última instancia, la decisión debe basarse en la comunicación abierta, el respeto mutuo y la comprensión de los niveles de comodidad de cada uno. Si decides seguir a los amigos de tu hijo en Internet, es fundamental que respetes su intimidad y te abstengas de inmiscuirte en conversaciones privadas, compartir información delicada o comentar asuntos personales. Intenta encontrar un equilibrio entre la paternidad responsable y el respeto a la necesidad de independencia y espacio personal de tu hijo.

  • "¡No uses el emoji de melocotón si no sabes lo que significa! Y OMG no es 'Solo Gorilas Malos'." (niña, 12 años)

Puede que pienses que el uso de emojis y acrónimos divertidos hará que tu estilo de comunicación sea más cercano y relajado. Lo cual puede ser cierto si conoces las connotaciones que pueden tener tus mensajes. Utilizar emojis y acrónimos sin entender su contexto puede parecer poco auténtico y forzado.

En general, siempre es mejor comunicarse de una forma que te resulte natural, pero si quieres seguir el ritmo del estilo de comunicación de tu hijo, puedes aprovechar el uso que hace de las redes sociales para aprender de él y darle la oportunidad de que sea tu guía. Pedirle a tu hijo que te explique el significado de un emoji o un acrónimo concreto puede dar lugar a interesantes conversaciones y a divertidos momentos para estrechar lazos. También es una forma útil de salvar la diferencia generacional y animar a tu hijo a pensar en ti como un aliado, en lugar de como un simple creador de normas.

  • "Estoy horrible en esa foto. ¿Por qué la han compartido?" (niña, 13 años)

Compartir fotos de tus hijos en Internet es una decisión importante. Aquí tienes algunas cosas que debes tener en cuenta antes de pulsar el botón "publicar":

- Privacidad y emociones: ya hemos mencionado que los adolescentes y preadolescentes valoran su intimidad. Compartir sus fotos sin pedir su aprobación puede hacerles sentir que se está invadiendo su espacio personal. Si pides su aprobación, demuestras que respetas sus sentimientos y que quieres que se sientan cómodos.

- Impacto futuro: ten en cuenta que las imágenes compartidas hoy pueden tener un impacto duradero. Tu hijo podría preocuparse por cómo estas imágenes podrían afectar a su futuro, por ejemplo, a la hora de solicitar plaza en la universidad o en un trabajo, así como a la hora de entablar relaciones.

- A salvo: compartir públicamente las fotos de tu hijo puede exponerlo a riesgos potenciales, desde atención no deseada hasta ciberacoso. Es importante asegurarse de que las fotos que compartes no revelan información que otros puedan utilizar de forma perjudicial.

- Diferentes puntos de vista: piensa en las emociones que hay detrás de las fotos que quieres compartir. Puede que algunas imágenes te hagan reír por la monada de tu hijo, pero que a tu hijo le hagan sentir incómodo o avergonzado.

- Respetar a sus amigos y compañeros: cuando compartas fotos de tu hijo, por ejemplo, tocando en un concierto del colegio, es posible que también incluyas a sus amigos o compañeros de clase. Intenta asegurarte de que todos están de acuerdo con que se les incluya en tus publicaciones pidiendo el consentimiento de los niños o de sus padres antes de publicarlas. Si te resulta imposible hacerlo sin que parezca inapropiado o intrusivo, tal vez sea mejor respetar la intimidad de los demás y no publicar la foto o el vídeo.

Publicar fotos de tus hijos puede ser una forma de celebrar sus logros y compartir tus recuerdos favoritos, pero recuerda tener en cuenta sus sentimientos, su intimidad y su seguridad. Habla abiertamente con tu hijo sobre cómo se siente al compartir fotos. Estas conversaciones le ayudarán a entender sus preferencias y preocupaciones, y juntos podrán establecer unos límites que beneficien a todos. Un diálogo de este tipo puede ser una valiosa lección para tus hijos y ayudarles a aprender netiqueta y a pensar de forma crítica sobre las redes sociales.

  • "¡Deja de hacer TikToks! ¡No sabes hacer ese movimiento! Si vas a hacer el ridículo, mis amigos podrían verlo y reírse de mí." (niña, 12 años)

La preocupación de los niños por la posible vergüenza causada por sus padres es comprensible y, hasta cierto punto, válida. Los padres deben ser conscientes de que sus acciones online pueden tener un impacto en sus hijos. Al mismo tiempo, divertirse y expresarse no tiene límite de edad. Y hay muchos creadores que son la prueba viviente de ello. Un buen ejemplo es Lillian Droniak, una señora de 92 años cuyo perfil de TikTok ha atraído a más de 11 millones de seguidores.

Si a tu hijo le preocupa tu autorrepresentación en las redes sociales, puedes aprovechar esta situación para enseñarle a confiar en sí mismo y a abrazar su libertad de expresión y su creatividad. Expresar alegría y divertirse, incluso en un sitio público como TikTok, puede ser una forma positiva y saludable de mostrar que los padres, como otras personas, son individuos polifacéticos. Sin embargo, si tu hijo se siente incómodo con tus publicaciones, puedes intentar encontrar un término medio, o tal vez compartir tus publicaciones solo con un número limitado de personas que no incluya a los amigos de tu hijo.

  • "Mis padres no paran de decirme lo que debo y no debo compartir. ¡Pero les he dicho tantas veces que mi cuenta es privada y que solo mis amigos pueden verla! Deberían darme más libertad." (niña, 13 años) 

Si tu hijo utiliza las redes sociales, intenta familiarizarte con la configuración de privacidad de las plataformas y su funcionamiento. Este conocimiento puede ayudarte a comprender las limitaciones de las interacciones y publicaciones de tu hijo. Sin embargo, un aspecto para tener en cuenta es que cuando las cosas se publican en Internet, incluso para que las vea un pequeño grupo de personas, se hacen públicas por defecto. Si uno de los amigos del niño, por ejemplo, hace una captura de pantalla de una foto publicada y la comparte con otra persona, el alcance de la imagen se vuelve imposible de controlar. Tanto tú como tus hijos debéis ser conscientes de este hecho y tenerlo siempre en cuenta antes de publicar nada en vuestro perfil.

Al igual que con otros consejos, la clave aquí es tener en cuenta la seguridad y, al mismo tiempo, permitir que tu hijo se sienta capacitado y responsable de sus actos. Intenta establecer conjuntamente unas pautas para las interacciones online y comenta qué tipo de comportamiento es aceptable. Una vez explicadas las normas, muestra cierta confianza en el juicio de tu hijo y en su capacidad para gestionar su presencia en Internet vigilando de cerca sus publicaciones y asegurándote de que se atiene a las directrices preestablecidas, absteniéndote de comentar cada una de las publicaciones que comparte.

  • "No me dejaron usar mi teléfono en todo el viaje. ¿Cómo voy a estar al día con todo el mundo si siguen haciendo eso?" (niño, 13 años)

Aunque a los niños no les haga mucha gracia oír esto, los límites del tiempo frente a la pantalla se establecen pensando en su bienestar. El exceso de tiempo frente a la pantalla puede afectar a la salud física y a los patrones de sueño, así como al bienestar mental general. Al imponer límites, los padres pretenden crear un equilibrio saludable entre las actividades online y offline. Por otra parte, deben recordar que las redes sociales no son el enemigo. Permiten a nuestros hijos comunicarse con sus amigos, expresar sus pensamientos y explorar una gran variedad de temas. Limitar excesivamente los deseos de los niños de explorar el mundo online puede dar lugar a comportamientos rebeldes, pero también a que tengan menos oportunidades de aprender a navegar por Internet.

En general, tu postura ante el tiempo frente a las pantallas debe ser equilibrada y basarse en la consideración tanto de los riesgos como de los beneficios. Para establecer un proceso eficaz de fijación de normas, permite que tus hijos participen en la toma de decisiones. Así se sentirán más capacitados y quizá menos propensos a rebelarse contra sus recomendaciones. Escucha sus opiniones e intenta llegar a un compromiso entre sus deseos y los tuyos. Si, a pesar de todo, tu hijo no está satisfecho con los límites, puedes acordar volver a tratar el tema más adelante o incluso negociar un tiempo frente a la pantalla adicional a cambio de realizar determinadas tareas o quehaceres.

¿Te han sorprendido las respuestas? Aunque estos consejos no deben seguirse al pie de la letra, escuchar lo que piensan nuestros hijos puede ayudarnos a trabajar juntos para mantenernos seguros y divertirnos en Internet. Recordemos que el camino hacia la seguridad digital es algo que solo podemos hacer en equipo hablando y aprendiendo unos de otros.

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